Normalmente los padres son casi siempre los primeros en sospechar que su hijo tiene problemas de audición. Cuanto antes se descubra la perdida auditiva infantil, mejores serán las oportunidades para que el niño desarrolle el lenguaje, se comunique y socialice.
La capacidad auditiva es vital para el desarrollo del niño desde su nacimiento. La audición y la vista son dos de los sentidos más importantes de los que se vale el niño para poder orientarse en el mundo y son vitales para su desarrollo futuro.
Es muy importante que la perdida auditiva infantil se diagnostique lo antes posible, ya que los niños cuya pérdida de audición se identifica y se trata de forma temprana suelen alcanzar el mismo nivel de desarrollo que su compañeros en el momento de empezar la escuela. En cambio es más difícil detectar una pérdida de audición en niños más mayores que ya han adquirido el lenguaje.
Si su hijo presenta uno o varios de los siguientes síntomas es muy posible que su hijo tenga una pérdida auditiva y lo más aconsejable es que se someta a una prueba de audición.
Síntomas de la perdida auditiva infantil en niños pequeños
- No se sobresalta ni despierta con sonidos altos.
- No imita sonidos libremente.
- No gira la cabeza hacia los sonidos.
- La capacidad de hablar no progresa y permanece monótona.
- Una comprensión retardada y/o inadecuada del lenguaje
- Incapacidad para responder a los sonidos desde otra habitación..
- Frecuentes infecciones de oído.
Síntomas de la perdida auditiva infantil en niños más mayores
- Quiere subir el volumen de la televisión más que los demás miembros de la familia
- Dice: ¿qué? con demasiada frecuencia.
- El niño dirige uno de sus oídos hacia delante para escuchar.
- Baja su rendimiento escolar, o el profesor se da cuenta de que no escucha ni responde en clase como los demás niños.
- El niño se queja de que no escucha.
- Parece que el niño no presta atención.
- Habla más alto de lo que lo hacía antes
- Mira con intensidad a la persona que le habla, como si estubiera concentrado.