Una perforación de tímpano es una rotura o agujero que se produce en la membrana timpánica, que es el tejido que separa el oído medio del externo.
La rotura puede ser transitoria como ocurre en una otitis media aguda, donde el tímpano puede perforarse y luego cerrar espontáneamente sin dejar secuelas. Sin embargo, en ocasiones esta ruptura puede ser permanente como puede ocurrir en una otitis media crónica.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
Las infecciones en el oído son las principales causantes de una perforación. La infección provoca que se acumule pus o líquido detrás del tímpano, y a medida que la presión se incrementa, éste se puede abrir o romper.
Pero las infecciones no son solo el único motivo por el que el tímpano se puede perforar. También puede ser por:
- Un ruido muy fuerte cerca del oído, como puede ser un disparo.
- Un cambio rápido de presión en el oído, como puede ocurrir al volar, bucear o conducir en las montañas.
- Una lesión en el oído, por un accidente, un golpe fuerte o una explosión
- Introducirnos un objeto extraño en el oído
- Introducirnos un bastoncillo o un objeto con punta en el oído para poder limpiarlo.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
- Dolor súbito e intenso en el momento de la perforación, aunque si ocurre cuando tenemos otitis, el dolor por la otitis puede camuflar el de la perforación.
- Una vez que se ha producido la perforación timpánica puede haber secreción del oído (puede ser pus, sangre…)
- Podemos notar un ruido o zumbido en el oído.
- Molestia, dolor de oído.
- Infecciones repetidas, debido a que el agua nos entra en el oído medio cuando nos bañamos en la piscina o nos duchamos en casa.
- Hipoacusia en el oído afectado. Podemos notar que no escuchamos como antes. Dependiendo de lo grande que sea la perforación habrá más o menos pérdida auditiva.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
A menudo la perforación timpánica se cierra por si sola alrededor de los dos meses. Lo que hay que hacer durante el tiempo en el que se está cerrando es mantener el oído seco, que no le entre agua para que no se produzca una infección. Hay que evitar meter la cabeza en el agua, llevar mucho cuidado a la hora de lavarnos la cabeza y ducharnos.
Hay otras ocasiones en las que la perforación es muy grande y no se cierra sola, en estos casos se necesita una intervención quirúrgica.
La operación se llama timpanoplastia y consiste en colocar un injerto con tejido de esa persona, para que reemplace la parte que falta.
TAPONES A MEDIDA
Mientras que la perforación timpánica se cierra, ya sea de forma natural o mediante una operación, es muy importante no mojarse el oído, que el agua no nos entre dentro. Para eso están los tapones de baño, hechos a medida para cada persona. Gracias a estos tapones una persona con perforación timpánica puede lavarse el pelo sin preocupaciones, ya que el tapón tapa completamente el oído y al ser a medida no se cae ni deja que entre el agua.