Todos en algún momento hemos experimentado esa sensación dolorosa y molesta cuando los oídos se sienten llenos o tapados; médicamente, a este síntoma se le denomina “barotrauma del oído”.
Normalmente, esto suele ocurrir cuando se está enfermo o se cambia de altitud, como, por ejemplo, cuando volamos en avión o subimos una montaña.
¿Qué ocurre?
En las orejas hay un tubo pequeño llamado trompa de Eustaquio que está conectado con la garganta. Esta ayuda a drenar el líquido y regular la presión del aire entre la nariz y los oídos. Normalmente cuando tragamos, las personas perciben un chasquido que hace el movimiento del aire en el oído. Continuamente, el aire es absorbido en el revestimiento del oído para equilibrar la presión en ambos lados del tímpano.
Si esta trompa se bloquea o la presión externa es distinta a la interna, se sienten los «oídos «llenos».
¿Qué hacer?
Hacer que nuestros oídos «estallen» permite que las trompas de Eustaquio se abran y la presión en el oído medio se regule. Por ello, aquí te damos seis métodos efectivos para lograr esto de manera segura:
- Bostezar: abre las trompas de Eustaquio. Puedes probar forzando un bostezo varias veces hasta que logres destapar tus oídos.
- Tragar: se activan los músculos que abren la trompa de Eustaquio. Puedes comenzar bebiendo agua o chupando caramelos duros para aumentar tu necesidad de tragar.
- Maniobra de Valsalva Si los dos primeros métodos no han funcionado, intente con la maniobra de Valsalva. Para realizarla, se debe:
- Respirar profundamente y cerrar la nariz.
- Con la boca cerrada, sople aire por la nariz con suavidad. Se debe tener mucho cuidado con este método porque hay un ligero riesgo de rotura del tímpano, destaca el medio.
- Maniobra de Toynbee Para esta, debemos cerra la nariz y la boca. Con ambos cerrados, intente tragar. Tomar un trago de agua puede facilitar esta maniobra.
- Maniobra de Frenzel La maniobra de Frenzel se logra al cerrar la nariz y usar la lengua para hacer el sonido de un clic o «K».
- Masticar chicle Masticar chile aumenta la deglución porque estimula la producción de saliva. Igualmente, el movimiento que hacemos al masticar también puede abrir las trompas de Eustaquio.