Las patologías relacionadas con la audición afectan directamente sobre la cognición, es decir, sobre el modo en el que el cerebro recibe, asimila y comprende la información que le llega a través de estímulos.
Esta situación puede darse en cualquier momento de la vida, sin embargo, un estudio publicado por el «Journal of the American Geriatrics Society», pone de manifiesto que puede solucionarse no sólo en edades tempranas, sino también durante la madurez. Como explica la profesora Hélène Amieva, responsable de la investigación en la Universidad de Burdeos, Francia, «este análisis desvela dos importantes certezas. En primer lugar, demuestra que la pérdida auditiva acelera realmente la disfunción cognitiva y todos los problemas derivados de ésta. Y en segundo, se ha comprobado que esa disfunción se produce por igual tanto en las personas que utilizan audífonos como en las que no, por lo que la tecnología aplicada es clave a la hora de mejorar su calidad de vida».
El estudio, llevado a cabo entre 3.670 adultos mayores de 65 años y promovido por Oticon, lanza la hipótesis de que el uso de audífonos de última generación ayuda a restaurar las habilidades comunicativas ralentizando la pérdida cognitiva, también en personas mayores de 80 años. Y es que, pese a lo que se podía pensar inicialmente, se puede mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de audición a cualquier edad. «El 80% de las personas mayores de 80 años experimentan pérdida auditiva. El hecho de que sean mayores no quiere decir que no busquemos soluciones, sino todo lo contrario. Esta investigación nos ha ayudado a demostrar que realmente se puede mejorar su calidad de vida paliando los efectos que la sordera puede provocar y haciéndoles más partícipes de la sociedad», concluye Amieva.