implante coclear en adultos

Evaluación preoperatoria

Para estudiar tu audición y conocer tus motivaciones, el equipo del centro implantador realiza una evaluación preoperatoria. Esta evaluación se desarrolla en varias etapas:

– Evaluación médica: permite garantizar su estado de salud general y el estado de los oídos. Normalmente se necesita un escáner, que a veces se completa con una exploración de resonancia magnética (RM), para determinar la factibilidad de una intervención quirúrgica y el oído donde colocar el implante. El diagnóstico por imagen permite verificar la posibilidad de introducir un portaelectrodos en la cóclea. En casos poco frecuentes, permite advertir al cirujano de alguna dificultad quirúrgica previsible.

– Evaluación audiométrica: el audiólogo efectúa diferentes evaluaciones audiométricas, así como pruebas con prótesis auditivas (audiometría tonal y vocal). Se trata principalmente de comprobar la audición y evaluar el nivel de sordera, así como el nivel de amplificación que proporciona la prótesis. A veces, el audiólogo puede recomendar un período de prueba con una prótesis más potente para evaluar el beneficio potencial en relación al implante coclear.

– Evaluación electrofisiológica: permite garantizar la integridad del nervio auditivo necesaria para enviar la información hacia el cerebro. Esta prueba se basa en un estímulo acústico enviado por unos auriculares y una recogida de la actividad eléctrica de las vías auditivas, generada por el estímulo, mediante electrodos pegados en la superficie de la piel.

– Evaluación ortofónica: el logopeda evalúa el nivel de tu capacidad de comunicación, de comprensión y de producción del lenguaje.


- Evaluación psicológica: el especialista determina la motivación y la capacidad del entorno para ayudar durante el proceso de implantación y del programa de rehabilitación. Permite igualmente garantizar la adecuación de las expectativas en relación a los resultados esperados. Una vez realizada la combinación de todas las evaluaciones realizadas, el equipo médico se reúne para decidir si eres candidato para beneficiarte de un implante coclear. La decisión final se toma junto contigo.

Seguimiento postoperatorio

En cuanto se activa la parte externa, te sumergirás en el mundo de los sonidos. Como así lo describen todas las personas que reciben su primer implante, los sonidos pueden resultar extraños al principio, pero rápidamente comenzarás a reconocer los ruidos del entorno y después a reconocer el lenguaje. Para que el implante sea todo un éxito, es también indispensable comprender correctamente la importancia de la rehabilitación postoperatoria.

 

Esta fase radica en dos nociones primordiales:

· El ajuste de la parte externa (procesador) para adaptar la calidad de los sonidos percibidos.

· La rehabilitación, para recordar e interpretar la información sonora percibida. Los resultados dependen también de varios factores como: el origen de tu sordera, la edad, el estado del nervio auditivo, tu motivación y la de tu entorno, etc.

Ajustes

Durante la primera sesión de ajuste, el audiólogo te da el procesador (parte externa) y te explica su funcionamiento. En esta reunión se definen los niveles de estimulación administrados por cada electrodo introducido en la cóclea y activado. Asimismo, se adaptan otros parámetros para optimizar la percepción de la información sonora. Será necesario realizar varios ajustes durante el primer mes posterior a la operación para adaptar progresivamente la calidad de la información sonora. Las visitas se espaciarán en el tiempo cuando se considere que el ajuste es estable y óptimo para que finalmente consista únicamente en visitas anuales.

Rehabilitación auditiva

Antes de colocar el implante, no habías percibido estímulos sonoros durante un periodo de tiempo más o menos largo o tu prótesis auditiva no te aportaba suficiente información. Será necesario que te habitúes a la señal generada por el implante. Incluso en una persona que presente una pérdida auditiva repentina, el mensaje suministrado por el implante se percibe de manera diferente a lo que recuerda. El cerebro debe habituarse e interpretar este nuevo estímulo. Por lo tanto, resulta indispensable realizar una rehabilitación ortofónica para facilitar esta adaptación. La rehabilitación auditiva es de duración y dificultad variable, principalmente en función del origen y de la duración de su sordera. Al igual que con los ajustes del procesador, las sesiones de rehabilitación son regulares y frecuentes después de la cirugía y luego se vuelven menos frecuentes con el tiempo, por lo general después del primer año. El trabajo de rehabilitación del ortofonista varía en función de su tipo de sordera, pero se basa en los principios básicos: identificación de las diversas fuentes de sonido, distinción entre el ruido ambiental y el habla, reconocimiento de los ritmos y melodías, discriminación de elementos fonéticos y reconocimiento del habla.